El HIV es un virus que daña el sistema inmunitario. Se contagia a través de los fluidos corporales. Existen tratamientos para la infección por HIV, pero no existe vacuna ni cura. El sida es una fase avanzada de la infección por HIV.
El HIV, o virus de la inmunodeficiencia humana, afecta al sistema inmunitario. El virus se transmite a través de los fluidos corporales y destruye gradualmente los glóbulos blancos del organismo, que normalmente nos ayudan a mantenernos sanos y a combatir infecciones.
Aunque actualmente no existe vacuna ni cura, el HIV es una afección crónica controlable. Con un tratamiento eficaz, las personas con HIV pueden llevar una vida larga y sana.
El tratamiento eficaz del HIV reduce el virus a niveles muy bajos, por lo que no se puede detectar en una prueba de carga viral. Eso significa que el virus es indetectable en el organismo. Si el virus es indetectable, mientras usted siga sistemáticamente el tratamiento contra el HIV, no lo puede transmitir a sus parejas sexuales. Es lo que se conoce como Indetectable = Intransmisible, o I=I.
El HIV no se transmite a través de actividades como besarse, compartir vasos y cubiertos, el contacto social normal, los asientos de retretes o los mosquitos.
Aproximadamente el 70 % de las personas que contraen HIV presentan síntomas. Los primeros síntomas suelen aparecer unas dos semanas después de la exposición. Esto se denomina enfermedad por seroconversión.
Los síntomas primarios más frecuentes son:
Tras estos síntomas primarios, las personas infectadas con HIV no suelen tener síntomas durante muchos años, pero el virus permanece en el organismo.
Si no se trata, el HIV puede causar graves deficiencias inmunitarias, como infecciones y cánceres. Esta fase avanzada de la infección por HIV se denomina síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
En Australia, las personas con mayor riesgo de contraer HIV son:
La infección por HIV se puede prevenir de la siguiente manera:
La prueba para detectar el HIV se recomienda a cualquier persona que crea que puede estar infectada. Se recomiendan pruebas más frecuentes para los hombres homosexuales, bisexuales y los que tienen relaciones sexuales con otros hombres y para las mujeres transgénero y las personas de género diverso que mantienen relaciones sexuales con hombres.
Existen tres tipos de pruebas del HIV que pueden utilizarse para diagnosticar la infección.
Ninguna prueba puede detectar el HIV inmediatamente después de la infección. Esto se debe al período ventana, que es el tiempo que transcurre entre la exposición al HIV y el momento en que una prueba puede detectar el virus en el organismo. El período ventana depende del tipo de prueba del HIV. Las pruebas rápidas y las de autodiagnóstico suelen tardar un poco más que las de laboratorio en detectar una infección reciente. Eso significa que el resultado podría ser negativo aun cuando tenga una infección activa. Es posible que necesite otra prueba, incluso después de un resultado negativo, para saber con seguridad si tiene HIV.
Es importante mantener siempre relaciones sexuales y prácticas de inyección seguras mientras se esperan los resultados de las pruebas. Reduzca el riesgo de exposición e infección en el futuro manteniendo siempre relaciones sexuales y prácticas de inyección seguras aun después de recibir el resultado.
El Atomo HIV Self-Test es la única prueba de autodiagnóstico aprobada por la Agencia de Productos Terapéuticos (Therapeutic Goods Administration - TGA) en Australia. Es importante utilizar únicamente las pruebas de autodiagnóstico para el HIV aprobadas por la TGA, para cerciorarse de que sean precisas y seguras. Puede adquirir las pruebas de autodiagnóstico Atomo en Internet y en algunas farmacias.
Todas las pruebas rápidas y de autodiagnóstico positivas deben confirmarse con un análisis de sangre. Si ha dado positivo, póngase en contacto de manera urgente con su proveedor de salud para que lo ayuden y le hagan más pruebas para confirmar el resultado. La línea telefónica ϳԹ Sexual Health Infolink (1800 451 624) puede brindar asesoramiento y apoyo.
Llame a healthdirect (1800 022 222) para encontrar un servicio de pruebas del HIV cerca de usted.
No existe vacuna ni cura para el HIV, pero el tratamiento antirretroviral es muy eficaz para prevenir el daño que causa el HIV en el sistema inmunitario. La terapia antirretroviral impide que el virus se reproduzca y dañe al organismo.
Además, las personas con HIV que siguen la terapia antirretroviral tal como se la recetan pueden llegar a tener una carga viral indetectable, lo que significa que no transmiten el virus a sus parejas sexuales. Las personas infectadas con HIV que siguen un tratamiento diario pueden llevar una vida larga y plena.
Existen muchas opciones de tratamiento antirretroviral para las personas que viven con HIV. Su médico discutirá con usted cuál es la mejor opción para usted.